MATEO 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. Al hablar de idolatría resulta necesario iniciar con el primer y más grande mandamiento que Dios estableció, y con ello dejar claro que a Dios debemos de amarle con todo nuestro ser y, que una vez conocido este amor hacia Dios todo lo demás fluirá conforme a su voluntad. En ese sentido la idolatría viene a ser todo lo contrario a lo establecido en este mandato de Dios; en su concepto idolatría significa la acción de rendir culto a un ídolo o amar y admirar con exceso aun persona o cosa.
La biblia nos muestra varios hechos históricos en los que el pueblo de Dios cayó en idolatría; recordemos cuando estando en el Desierto el pueblo pide a Aarón que fabrique un dios para adorarle atribuyéndole el hecho de haberlos sacado de Egipto y de la esclavitud. Vemos entonces como rendir culto y admiración a un objeto inanimado va en contra de lo que Dios nos pide hacer; y, resulta muy interesante el hecho de que el hombre idolatre atribuyendo poderes sobre naturales a objetos creados por el mismo, como en el caso anterior. Históricamente la idolatría ha existido en todas las épocas. Actualmente no se adoran objetos que representan la divinidad, sino determinados conceptos y formas de vida con las que nos identificamos, por ejemplo, el conocimiento, la tecnología, la comunicación