Si leíste el artículo anterior con el tema “descubriendo mis talentos” estoy segura de que quedaste con la inquietud del, ¿y ahora qué hago con lo que descubrí? Bueno, necesitamos no solamente saber con lo que contamos, sino también, cómo practicarlo, mejorarlo, pulirlo, todo con la mira en ser excelentes servidoras cada día, porque sabías que Dios nos dotó de talentos para ponerlos al servicio en su reino ¿verdad? En otras palabras, lo que Dios te confió es para servirlo a Él y bendecir a los demás (1 Pedro 4:10-11 NVI).
Ten en mente eso, tu talento no es igual al de las demás, pero eso no significa que lo que posees es de menor valor, o representa menos servicio, ningún talento vale más que otro, la clave está en que lo desarrolles y los mejores cada día, pero ¿Cómo voy a desarrollarlo?. No dejes de leer, en las siguientes líneas te comparto 6 consejos para que lo logres.
1. Invierte tiempo: Para mejorar en algo es recomendable invertir tiempo en estudiarlo, practicarlo o mantener contacto con personas que ya sepan hacerlo. Ponte cerca de los mejores para conseguir aquello que quieres desarrollar y adopta sus buenas prácticas.
2. Repetición, repetición y repetición. No hay talento sin hábitos, no hay talento sin esfuerzo. Por ello, marca un plan de acción para que, al menos semanalmente te veas obligado a repetirlo.
3. Recursos. Necesitamos recursos en tiempo y en medios para poder formarnos. Las intenciones siempre son buenas, pero si no encontramos posibilidades para conseguirlo, será difícil que alcancemos resultados extraordinarios.
4. Motivación. El talento requiere pasión, es decir, que la actividad que hacemos realmente nos motive. Busca esta motivación, ésta puede ser externa (obtener un lugar para servir dentro de la iglesia) o interna (hacer buen uso de los que Dios te confió).
5. No te frustres: desarrollar y mejorar algo siempre demanda mucho de nosotras, algunas veces vas a llorar, en otras te vas a sentir feliz por tus avances con tu talento, en ambas temporadas, no pierdas tu enfoque: trabajar lo que se me fue confiado.
6. No los descuides: como mujer, eres capaz de lograr muchas cosas. Ya Dios te confió quizá uno o más talentos, eso significa algo sumamente valioso, ahora depende de ti demostrarle al dueño de esos talentos que te puede confiar más, porque no los vas a descuidar.
Quiero terminar con esta recomendación: ahora que sabes lo que portas, que no te dé miedo desarrollarlos, porque el miedo va a querer limitarte, hacerte creer que tu talento no vale la pena o que incluso, es por demás desarrollarlo, pero la fe y el deseo de ser para alabanza de la gloria de nuestro Padre te ayudará a vencerlo y, proponte como meta desarrollar aquello que ya hay en ti, estoy segura que Dios te confiará mucho más. Dios te bendiga, prospere y haga de ti una mujer que disfrute ser de bendición para las demás.
Colaboradores:
Artículo: Deisy Lara
Diseño y Publicación: Josué Guzmán
Revisión: Jaquelinne Colindres
Gestión: Rosell Mérida
Yorumlar