Desde la óptica pentecostal de la Iglesia de Dios, los dones espirituales son vitales para el cumplimiento de la Gran Comisión. Además, creemos en la vigencia de todos los dones del Espíritu y afirmamos que el Espíritu Santo como administrador de la iglesia, es quien imparte los Dones para ministrar, servir y dignificar a la humanidad. El apóstol Pablo inicia el capítulo doce de la primera carta a los Corintios diciendo: No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. Por esto, abordar este tema es menester para el crecimiento de la Iglesia y para el desarrollo de una espiritualidad pentecostal que contribuya a su crecimiento integral.
La defición etimológica de "dones espiritules" parte del vocablo griego carismas, que significa: dones o capacidades especiales. Los dones espirituales son impartidos a los creyentes para provecho de la iglesia. Es el Espíritu Santo quien se manifiesta visiblemente en los creyentes a través de los dones ejercidos por los mismos. Ahora bien, es importante aclarar que, ninugún don es impartido para un espectáculo u ostentación, s