Servicio, ĀæQuĆ© significa el servicio en la vida del creyente? Constantemente escuchamos esa expresiĆ³n en la iglesia y no siempre entendemos a quĆ© se refiere. Algunas personas dicen que solo los pastores y otros lĆderes se pueden llamar āsiervos de Diosā. A veces la gente cree que el servicio es algo para unos pocos hombres y mujeres especiales, que tienen algo diferente de los demĆ”s.
JesĆŗs dio sin distinciĆ³n alguna, a su iglesia en general, la Gran ComisiĆ³n: āId por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criaturaā¦ā (Marcos 16:15-16). Junto a esta comisiĆ³n, JesĆŗs tambiĆ©n agrega que, para el cumplimiento de Ć©sta, recibirĆ”n al EspĆritu Santo, quien no solo los acompaƱarĆ”, sino les empoderarĆ” para cumplirla. āPero recibirĆ©is poder, cuando haya venido sobre vosotros el EspĆritu Santo, y me serĆ©is testigos en JerusalĆ©n, en toda Judea, en Samaria y Hasta lo Ćŗltimo de la tierraā (Hechos 1:8).
CONTENIDO
La Iglesia, la cual formamos cada uno de los creyentes, ha sido llamada y escogida para servir a travĆ©s del cumplimento de la Gran ComisiĆ³n. MisiĆ³n que incluye a nuestros familiares, vecinos, compaƱeros de estudio y de trabajo, conocidos, desconocidos, simpĆ”ticos y antipĆ”ticos, ricos y pobres, sanos y enfermos, fĆ”ciles y difĆciles, humildes y arrogantes, en nuestra cultura y de otras culturas. Esta tarea tan enorme solamente se puede cumplir cuando se hace bajo la unciĆ³n del EspĆritu Santo. Este empoderamiento es evidenciado en el creyente y en la iglesia a travĆ©s de tres acciones:
I. La predicaciĆ³n del evangelio.
Inmediatamente despuĆ©s de recibir el Bautismo con el EspĆritu Santo, Pedro, āPuesto en pieā, AnunciĆ³ las buenas nuevas de JesĆŗs. PredicaciĆ³n poderosa dirigida por el poder que habĆa recibido. Un poder que permitĆa que otros, que hablaban un lenguaje diferente, pudieran entender claramente el menaje (Hechos 2:14-41).
Posteriormente predicĆ³ en el pĆ³rtico de SalomĆ³n, y el resultado de su mensaje fue la conversiĆ³n de cinco mil varones (Hechos 4:4). DespuĆ©s lo vemos defendiendo la fe cristiana ante el concilio de JerusalĆ©n y reprendiendo a AnanĆas y Safira por su hipocresĆa (Hechos 4:5; 5:11). Pablo y BernabĆ© por otro lado son ejemplo en esta Ć”rea. Fueron apartados por el EspĆritu Santo para el servicio (Hechos 13:2). Posteriormente Los Hechos de los ApĆ³stoles relatan sus viajes dedicados a la predicaciĆ³n del Evangelio de JesĆŗs y el anuncio de las buenas nuevas de salvaciĆ³n. Miles de convertidos y un gran nĆŗmero de iglesias establecidas son el resultado del cumplimiento de su misiĆ³n.
II. El testimonio.
āPredica el Evangelio en todo momento y cuando sea necesario usa las palabrasā. Sabias palabras expresadas por Francisco de AsĆs. CuĆ”n importante es para el mundo conocer a JesĆŗs a travĆ©s de nuestras manos, pies, boca, oĆdos y corazĆ³n. QuizĆ” has escuchado el famoso refrĆ”n āUn buen ejemplo vale mĆ”s que mil palabrasā; precisamente eso quiso expresar Francisco de AsĆs. El creyente lleno del EspĆritu Santo no solo cumple la misiĆ³n de servicio a travĆ©s de palabras, sino con mucha mĆ”s fuerza lo hace a travĆ©s de su testimonio. Somos testimonio de vida en nuestra familia, amigos, trabajo, lugar de estudio, etc.
III. La atenciĆ³n a los necesitados
Este fue uno de los grandes logros de la iglesia primitiva. El EspĆritu Santo les moviĆ³ a velar por el cuidado integral de otros, especialmente por sus hermanos. En primera instancia ofrecĆan sus bienes fĆsicos, econĆ³micos y humanos para proveer a los necesitados. El relato bĆblico enfatiza que tenĆan en comĆŗn todas las cosas. Quienes tenĆan compartĆan con los que no tenĆan, de tal manera que todos pudieran estar bien. Esta actitud, es sin duda, movida por el EspĆritu Santo en el corazĆ³n del hombre que se entrega a Ćl. Cuando somos cubiertos totalmente por su presencia, somos sensibilizados a compartir con el necesitado.
CONCLUSIĆN
El EspĆritu Santo es el combustible que nos enciende y no nos deja quietos, Pablo dijo: āPorque no osarĆa hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mĆ, para la obediencia de los gentiles, con la Palabra y con las obras, con potencia de seƱales y prodigios, en el poder del EspĆritu de Diosā. Tal como lo ha hecho a lo largo de la historia desea hacerlo hoy en cada creyente.
REFLEXIONEMOS
1. Si no eres lĆder ni estĆ”s sirviendo en algĆŗn ministerio ĀæTe gustarĆa serlo?
2. ĀæEstĆ”s cumpliendo tu ministerio en el poder del EspĆritu Santo?
3. ĀæEstĆ”s consciente que necesita el bautismo con el EspĆritu Santo para tener mejores resultados en tu ministerio?
4. Para poner en prĆ”ctica: Haz un FODA, analiza tu vida, considera tus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, relacionadas al servicio dentro y fuera de la iglesia. Este ejercicio te ayudarĆ” a identificar tus fortalezas y las oportunidades que tienes de servir. AdemĆ”s identificar las debilidades que debes cambiar y pedir al EspĆritu Santo que te ayude.
LecciĆ³n extraĆda del Material -Espiritualidad Pentecostal-