LA IGLESIA PENTECOSTAL: UNA ALTERNATIVA POS-PANDEMIA
top of page

LA IGLESIA PENTECOSTAL: UNA ALTERNATIVA POS-PANDEMIA


El año 2020 será recordado por las generaciones que lo vivieron. Fue un año de crisis, en el cual sufrimos de graves problemas sanitarios y económicos. Aún no sabemos la gravedad de esta pandemia para nuestros países; pero hemos sufrido en carne propia, la muerte, la impotencia y los abusos de poder.

Es en tiempos de crisis, donde Dios desea que su iglesia sea esa comunidad líder que dé dirección. La iglesia puede guiar a la sociedad a atravesar la crisis de la pandemia, siendo ella la luz y la sal de la tierra. Para serlo, la iglesia necesita ser dirigida por el poder del Espíritu. Es así como la iglesia puede ofrecer una alternativa divina a la crisis existencial de cada persona. La iglesia es la comunidad del Espíritu que debe guiar a través de las crisis. La vida comunitaria de la iglesia primitiva y de los pentecostales actuales, ha sido un caso que ha fascinado a filósofos como Karl Marx, pedagogos como Paulo Freire, entre otros. Pero, aunque ellos abstrajeron algunos principios que fundamentaron sus teorías e ideales; están muy lejos de ser la expresión real de la comunidad pentecostal.

Permítame entonces, hacer algunas observaciones que caracterizan la vida comunitaria de la iglesia primitiva. Asimismo, podremos hacer un auto examen de nuestra praxis actual y hacer las enmiendas necesarias. Utilizaremos como base la narración bíblica de Hechos2:40-47.

Refrescando un poco lo que ha sucedido antes de esta narración, describiré brevemente el contexto: Primero, la comunidad de discípulos fomentó algunas condiciones que permitieron el ambiente correcto para la manifestación del Espíritu, reducido todo a expectación, inclusión y organización.


Segundo, sucedió una intervención divina desde otra dimensión, lo cual ocasionó una serie de fenómenos que siguen repitiéndose en la actualidad.

Tercero, esta experiencia de Dios tuvo efectos en la comunidad de discípulos y en la comunidad externa; los primeros entendieron su experiencia a la luz de la Palabra y los otros entendieron los fenómenos y su condición actual lejos de Dios, provocándose el arrepentimiento (fe y conversión).

Ahora, veamos los efectos permanentes en la comunidad, luego de los fenómenos. Aprenderemos que ser pentecostal es tener compromiso social. Un pentecostal disfruta los fenómenos espirituales; pero está comprometido con la misión comunitaria que va más allá de las celebraciones cúlticas, pues, se extiende a la transformación social y global. LAS CRISIS SON PERFECTAS PARA PREDICAR EL EVANGELIO (HECHOS 2:40-41)

No hay mejor momento para escuchar el evangelio (la buena noticia de Dios) que en crisis. En aquel día memorable de Pentecostés, la gente escuchó el Evangelio de Jesucristo; lo cual hizo un cambio de mente y trajo esperanza a los que estaban expectantes.

Lucas usa una expresión retórica para referirse al verdadero cambio de mente; este se da por: “recibir la Palabra”, lo cual implica aceptar la voluntad explícita de Dios, respecto a una vida distinta, agradable a Él. Dios tiene la respuesta a las crisis.

Los discípulos líderes, haciendo uso del ministerio de la Palabra, no solo contaban lo que habían aprendido directamente de Jesucristo, sino que también les explicaban a los nuevos convertidos, cuán distante están los valores del Reino de Dios de los valores de este mundo: “Sed salvos de esta perversa generación”. Dios espera ver fe.

Aparece un elemento importante en la tarea de “hacer comunidad”, el bautismo en agua. Un símbolo externo de una gracia interna. Todos los que se identifican con Cristo y con su


iglesia, deben pasar por el ritual cristiano del bautismo en agua; el cual es símbolo de nuestra identificación con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Así la comunidad de discípulos crecía a pasos agigantados, con personas genuinamente convertidas e identificadas con esa comunidad. EN LAS CRISIS LA GENTE NECESITA UNA COMUNIDAD (HECHOS 2:42)

Las crisis deben ser entendidas, para que puedan sanar y permitirnos aprender de ellas. Ese es el gran valor de la comunidad de fe, nos ayuda a atravesar los momentos críticos.

Esto lo vemos reflejado en la actitud de los nuevos discípulos. San Lucas, ahora usará un término: Perseveraban. Esto señala una actitud devota a, una condición de acuerdo común, un gusto personal por estar, asistir, participar voluntariamente. Esto se debía a la fortaleza espiritual que poseían la comunidad de discípulos.

Cuatro devociones manifestaban los discípulos de la primera comunidad. Una devoción al estudio de la doctrina de los apóstoles. Una devoción a la vida en comunidad. Una devoción en su identificación con Cristo en la Cena del Señor. Una devoción en una de las principales disciplinas espirituales, la oración. Esas devociones, expresan en contraposición las grandes búsquedas de la sociedad actual (en pandemia y pos-pandemia) y que no pueden alcanzarse a menos que sea en una comunidad espiritual.

La gente necesita escucharla verdad, también necesita satisfacer el deseo de pertenencia, necesitan identificarse con una causa justa, necesitan cultivar su trascendencia espiritual.


LAS CRISIS SON OPORTUNIDADES PARA SER Y HACER IGLESIA (HECHOS2:43-47)

Si observamos los siguientes versículos, podremos llegar a conclusiones asombrosas de cómo era la vida natural de aquella primera comunidad de fe o Iglesia. Nació perfecta. ¿Qué tan cerca estamos de aquel diseño original?

· El respeto y alta estima hacia la comunidad de discípulos(v. 43a). · El respaldo carismático de la comunidad de discípulos (v. 43b). · La unidad de espíritu y propósito de la comunidad de discípulos (v. 44a). · La igualdad de derechos, beneficios y responsabilidades de la comunidad de discípulos (v. 44b).

· La solidaridad económica de la comunidad de discípulos (v. 45). · La motivación de la comunidad, estaba provocada por el estímulo del Espíritu, que les llenaba de alegría y la humildad para vivir juntos, lo cual hace la verdadera condición para la convivencia pacífica (v. 46). · El reconocimiento y agradecimiento comunitario al que hacía posible su vida placentera, Dios era el motivo de la celebración, la razón de su horizontalidad (v. 47a). Dios era quien añadía a la comunidad a los nuevos convertidos; esto era un crecimiento constante, diario, permanente. Una salvación universal, pero que es efectiva en aquellos que responsablemente responden positivamente al llamado de Dios para salvación (v. 47b). Esta pandemia solo nos ayudará a crecer. CONCLUSIÓN

La iglesia pentecostal responde a la necesidad humana, individual y social. Le da al individuo un espacio para su libre y sano desarrollo; eso es posible solo en comunidad. En tiempos de pandemia, la iglesia pentecostal es relevante.


Asimismo, la comunidad de discípulos pentecostales se afirma por sus grandes devociones comunitarias: aprendemos juntos, nos desarrollamos juntos, sufrimos juntos y nos fortalecemos juntos.


El modelo de vida comunitario bíblico resulta de estar llenos del Espíritu. La iglesia es el modelo o paradigma que la sociedad está buscando. Un modelo que todos admiren y respeten; un modelo que tenga el testimonio coherente entre discurso y práctica, un modelo de unidad e igualdad social; un modelo de solidaridad con el necesitado para que haya dignidad para todos; un modelo de convivencia pacífica; un modelo teocéntrico, que reconoce a Un Creador y Sustentador en todas las esferas de la vida; un modelo que tiene el respaldo divino y esto atrae a nuevos simpatizantes que se comprometen con la noble causa. No olvide que ser pentecostal es tener compromiso social.


Escrito por:

Pastor Luis Fernando Zabaleta

538 visualizaciones1 comentario

Artículos Recientes

bottom of page