La obra del Espíritu Santo en el inconverso
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La obra del Espíritu Santo en el inconverso



El Padre celestial nos ofrece sus inagotables recursos en la persona y obra de Jesucristo; y Jesucristo nos comunica estos recursos mediante el ministerio del Espíritu Santo. Jesucristo es hecho real en la vida del inconverso para salvación, y en la del cristiano a través de su transformación integral, capacitándolo para vivir correctamente y otorgándole poder para servir de manera efectiva a Dios.


La obra del Espíritu Santo tiene una intervención gloriosa en la historia de la creación y de la humanidad, a través del relato bíblico se puede percibir el trabajo realizado por la persona divina, conocida como el Espíritu Santo. Es maravilloso conocer, quién es Él, cómo trabaja en la vida de los no creyentes y los creyentes. Durante las lecciones anteriores conocimos algunas de sus características, acciones y los símbolos que le representan, ahora conoceremos la obra que realiza a favor de la humanidad.


Lo que Jesucristo dice en este pasaje, es que, mediante el Espíritu Santo, Dios toma la iniciativa en nuestra salvación. Él nos busca antes que nosotros le busquemos a Él. La Biblia dice en Jer. 1:5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué,” Por medio del ministerio del Espíritu Santo, Él viene a nosotros, a nuestra indiferencia, ignorancia, prejuicio, rebelión y muerte espiritual y hace que nuestro corazón esté arrepentido (Ef. 2:1; Hch. 2:37). En lo que se refiere al pecado, a la justicia y al juicio.


1. CONVENCE


Cuando el Espíritu Santo convence de incredulidad, Él trata con algo mucho más profundo que la simple duda intelectual. La incredulidad y la rebelión son dos lados de la misma moneda. Cuando una persona es incrédula a la vez se rebela voluntariamente contra el Señorío de Jesucristo.


También convence de justicia. Primero, la prueba cumbre de la justicia de Jesucristo fue su ascensión al Padre (Sal. 24:3-4). Solo Jesús ha cumplido con esos requisitos. Segundo, es que nadie tiene jamás una idea adecuada de su propia justica hasta que contemple cuidadosamente la rectitud de Jesús.


Mientras nos comparemos con otras personas siempre podremos encontrar a alguien que en algún sentido es peor que nosotros, y pensando en las faltas ajenas tendemos a justificar las propias, pero cuando somos llamados a juzgarnos por la norma de las perfecciones de Cristo, entonces vemos cuán lejos estamos de la justicia de Dios.


2. IMPACTA


Es el Espíritu Santo, quien hace impacto en nuestra conciencia, revelando la condición de pecado ante Dios, la condición de tinieblas, de esclavitud por el diablo, y por el sistema de maldad de este mundo. Únicamente el Espíritu Santo tienen la capacidad de impactar el espíritu, el alma y cuerpo del ser humano (léase Jn. 12:31; 2 Co. 4:4; Ef. 2:2).


Lo imprescindible de esta obra del Espíritu Santo. Según 1 Jn. 5:19 “El mundo entero está bajo el dominio del maligno”. El diablo tiene a los inconversos, cautivos a su voluntad (2 Tim. 2:26). El inconverso vive en la potestad de las tinieblas (Col. 1:13).


Esto significa que la tarea evangelizadora es una lucha frontal contra el mismo Satanás, y el sistema de maldad, como tal, solamente puede realizarse con el poder del Espíritu Santo, de allí, el mandato de Jesucristo: “Quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, y no salgáis de allí hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lc. 24:49).


3. CONVIERTE


Así que, nadie puede convertirse a Jesucristo sin la intervención del Espíritu Santo, (1 Corintios 12:3). Para llegar a ser un seguidor de Jesús tiene uno que bajarse del trono de su propia vida y pedirle a Cristo que entre para ser su Rey y Señor, y solo el Espíritu Santo puede hacer realidad esa obra de Cristo en el ser humano. El verdadero evangelista, es el Espíritu Santo.


Los peligros de esta convicción. Dios ha dado al hombre capacidad para ejercitar su libre albedrío. De tal manera, los no salvos o inconversos pueden cometer dos pecados gravísimos contra el Espíritu Santo.


Primero: resistirlo (Hechos 7:51). Segundo: blasfemar contra él (Mateo 12:22-32). El resistir al Espíritu Santo, algunas veces toma la forma de menosprecio. (Hechos 26:28). Otras veces consiste en posponer la conversión (Hechos 17:32). Puede ser también burla de las cosas de Dios (Hechos 17:32; 24:25).


Otras veces es oposición agresiva (Hechos 5:33-40; 7:54-60). Cualquiera que sea la forma de este pecado, mientras el pecador continúe resistiendo la convicción del Espíritu Santo se priva del gozo de la salvación puesto que no es posible la conversión.



CONCLUSIÓN:


La obra del Espíritu Santo, es fundamental en la vida de los hombres, puesto que trabaja antes y durante la conversión, su obra impacta el carácter del creyente.



REFLEXIONEMOS:


1. ¿Puede convertirse a Jesús un pecador sin la obra del Espíritu Santo en él, explique?


2. Conoce usted a personas que resisten a la obra del Espíritu de Dios para no convertirse: ¿Qué debe hacer usted al respecto, explique?


3. ¿En qué casos un pecador puede cometer el pecado de la blasfemia contra el Espíritu Santo, explique?


4. Para poner en práctica: Resuelve la siguiente sopa de letras, con ello, podrás divertirte y hacer el repaso de la lección.



Lección extraída del Material -Espiritualidad Pentecostal-

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