2. Segundo Paso: Habla con Dios
A esta acción nosotros la conocemos como orar. Pero cuando uno inicia en el caminar cristiano no sabe cómo hablar con Dios.
Jesús presenta la vida de oración como una necesidad que el ser humano debe saciar a solas con el Señor. Mateo 6:5-15; Lucas 22:39-46.
Ejemplos de la oración: Éxodo 33:11; Daniel 6:10; Hechos 10:9.
Después de ver lo que la Biblia enseña acerca de la oración, notamos que para orar debemos:
¡Ser naturales! Dejemos la religiosidad al lado y hablemos con el Señor libremente!, sin palabras elaboradas y domingueras.
¡Acomodarnos físicamente! Puedes estar arrodillado, sentado, postrado o caminar de un lado a otro. Lo importante es que estés alerta, cómodo y enfocado.
Evitar la repetición: No debemos usar oraciones repetitivas, como si estuviéramos invocando la presencia de Dios con encantos o fórmulas.
¡Jesús nos Enseña a Orar! Un Bosquejo de la Oración. Mateo 6:5-15
Jesús nos provee la famosa oración, el Padre Nuestro, como un modelo de oración y no una fórmula para repetir sin pensar.
a. Adoración.
"Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre." Tiene que ver con reconocer lo que Él es.
b. Acción de Gracias.
La adoración nos lleva naturalmente a darle gracias al Señor. Toma unos momentos para dejar de pensar en todos tus problemas y quejas, y piensa en lo bueno que es Dios.
c. Peticiones por los demás (La intercesión).
"Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra." Orar por los demás, por la nación y las necesidades del mundo y por la salvación de nuestros familiares y amistades.
d. Peticiones personales.
"El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. "¡No es egoísta presentar nuestras necesidades al Señor. Podemos pedirle al Señor que supla cada necesidad, sea emocional, material o espiritual.
e. Confesión.
"Perdónados nuestras deudas." Creemos en la confesión diaria. Es muy importante reconocer los pecados que comentemos, pedirle perdón a Dios y apartarnos de los malos caminos. Proverbios 28:13.
f. Perdonar a los demás.
"...como nosotros perdonamos a nuestros deudores." El rencor impide la sanidad y la bendición de Dios en nuestras propias vidas. El perdón es una decisión de no guardar rencor ni odio contra personas que te han tratado mal.
g. Guerra Espiritual.
"y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal." Nuestro enemigo, satanás, es como un "león rugiente, buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8). Todos los días debemos vestirnos de la armadura de Dios (Efesios 6:10-20), y resistir a satanás y sus artimañas.
3. Tercer Paso: Deja que Dios te hable.
Tenemos que dejar un tiempo para que Dios nos hable y esto lo lograremos cuando aprendamos a meditar en la Palabra.
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