Las ideologías suelen ser como ciertos espejismos, parece que nos hacen visualizar algo que realmente no es, pero que pensamos que es verdadero, bueno y justo lo que necesitamos. Imaginemos las escenas de película en las que la persona se encuentra en el desierto deseosa de beber agua y comienza a visualizarla como algo real, porque tiene relación a lo que conoce como verdadero; sabe lo que es el agua y parece que la ve y pronto beberá de ella. Pero, luego se enfrenta con la verdadera realidad, se da cuenta que el agua para calmar su sed, en realidad no está ahí, ni es lo que creía que era. Partamos de esta ilustración para entender mejor el tema de las ideologías.
La palabra ideología es difícil de definir, ha sido abordada desde perspectivas positivas y negativas. Marx, al observar y entender la sociedad como una construcción jerárquica, notó que había clases dominantes y otras que eran explotadas; y la clase dominante generalmente construye ideologías, realidades falsas. Slavoj Žižek, dirá que, la ideología puede ser algo verdadero o falso, pero lleva consigo un objetivo. Presenta una forma de pensamiento para legitimar, es decir, para hacer justo o razonable, los intereses personales de aquellos que están dominando.[1] Porque toda ideología tiene un interés detrás de lo que todas las personas ven fácilmente. El que es partícipe de una ideología muchas veces no percibe o no es consciente de los intereses detrás de las ideologías.
Las ideologías legitiman las relaciones sociales, muchas veces asumimos la ideología sin reflexionar porque estamos inmersos en ella, la interiorizamos, es parte de nuestro diario vivir y llegamos a sentirnos cómodos con ello, es por eso que cuestionar las ideologías ocasiona molestias. Al criticar ciertas ideologías, nos criticamos a nosotros mismos, nuestra forma de ver la sociedad, a las personas y las relaciones. Todos formamos parte de algún marco ideológico y lo podemos notar cuando nos vemos al espejo y notamos que tenemos ciertas actitudes machistas, racistas, o en la iglesia incluso podemos tomar actitudes de superioridad como cristianos, ante aquellos que no lo son. Todo esto sucede, porque la ideología cala hasta lo más profundo de nuestro ser, guía la forma de pensar, actuar y la aceptación a ciertas relaciones de dominación. Por eso, es valioso que podamos ser conscientes de ello y liberarnos de aquellas formas de pensamiento que no buscan el bienestar común.
Existen diversos tipos de ideologías y un ejemplo son las ideologías de género, las cuales se posicionan en un sistema ético relativista.[2] Esta ideología está relacionada con el feminismo radical que surge de toda una construcción filosófica[3] que piensa que el género es una construcción cultural y no biológica, que busca imaginar una sociedad sin sexos. La ideología de género pretende hacer una diferenciación entre sexo, orientación sexual y género; actualmente se han aceptado demasiadas orientaciones sexuales, lo cual también puede conducir a cierta aceptación de las prácticas pedófilas. Esta ideología ha utilizado el lenguaje como método, para dar a conocer que se puede elegir el género, que hay libertad de abortar, exigiendo libertad, se cae en libertinaje; entendiendo este concepto como aquella actitud que piensa en los intereses individuales olvidando el bienestar del otro.
La libertad se fundamenta en este principio de relación que es regido por la naturaleza misma que nos constituye y que ha sido dada por nuestro Dios-creador, la cual no violenta los derechos del otro. Por tanto, es necesario que seamos conscientes y analicemos las ideologías de las cuales formamos parte, que participemos de una forma de pensamiento que no construya relaciones que buscan saciar deseos individualistas o de superioridad, sino que construyamos formas de pensamiento en las que actuemos regidos por la máxima del amor, igualdad y buenas relaciones; entendiendo esta máxima desde el eje cristo-céntrico que inspira las relaciones de amor ágape.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] Slavoj Žižek, Ideología, un mapa de la cuestión (Fondo de cultura económica: Buenos Aires, 2003). [2] Yattenciy Bonilla, Hacia una ética de la vida (Quito Ecuador, 2013). [3] Martini Siro, Raíces ideológicas de la perspectiva de género (Biblioteca digital de la Universidad Católica Argentina: Prudentia Iuris No.75, 2013).
AUTORA: JENNIFFER LARA
EDITORA: EMILY PORRAS
DISEÑO DE PORTADA: FERNANDO JUÁREZ
Increible!!!