Bien, justo ahora que me encuentro redactando este artículo, tengo el deseo de que mi escrito sea amistoso con el lector. Lo curioso es que, a pesar de que soy estudiante de filosofía y teología, he tenido el pensamiento de que al final de mis días terminaré siendo sociólogo, debido a que se hace imposible vivir en Guatemala y no observar el comportamiento de mis compatriotas ante las tendencias nacionales. Se me hace imposible verlos quemar el Congreso de la República y preguntarme ¿El pueblo protesta por lo que conoce o por lo que desconoce? Se me hace imposible verlos alabar a un diputado que transmite en vivo en Facebook en lugar de participar del parlamento. Se me hace imposible verlos cumplir 200 años de independencia y oírlos decir “No hay nada que celebrar, solamente tenemos pobreza y desdicha”. Pero gracias a ello, he tenido algunos atisbos de pensamiento político y social de los cuales me gustaría exponer algunos a continuación:
En una ocasión me invitaron a dar una enseñanza con un grupo de jóvenes, fue justamente para el mes de septiembre, no recuerdo el año. La persona encargada me dijo que el tema de mi enseñanza debía ser la Libertad, ya que estábamos en el mes patrio. Entonces yo dije: 'Supongo que se refiere a una libertad en el sentido patrio ¿verdad?' La persona encargada me respondió que se refería a la “Libertad en Cristo”. Al inicio no estuve de acuerdo, lo primero que dije fue que en todos los cultos de jóvenes en los que se predica sobre la libertad, se habla únicamente de libertad en un sentido cristiano, pero ¿Qué hay de la libertad que tenemos como ciudadanos? ¿Qué pasa con nuestra libertad en Cristo en un sentido cívico? Concluí con que no había diferencia alguna entre la Libertad Ciudadana y la Libertad en Cristo.
Pero una vez que concluimos en esto, también nos encontramos con el problema de que estamos mal entendiendo aquello que es la libertad en Cristo. Siempre que asumamos que ser libres en Jesús significa únicamente liberarse del pecado, estaremos limitando el concepto y la gracia de Dios únicamente al espacio religioso.
Es inquietante observar a una persona que dice ser libre en Cristo tirar la basura en la calle, criticar a los políticos sin saber por qué los critica y evitar el sufragio siempre que hay elecciones. Pero esto no significa que Dios no haya liberado a la persona de sus pecados, sino que esa libertad avanza, pero tiene inicio con la libertad del pecado. Hoy soy libre únicamente de mis maldades, pero mañana puede ser libre de mi ignorancia, de mi falta de civismo, de mi irresponsabilidad ciudadana. Esta es una libertad abarcadora, holística.
AUTOR: PABLO CANTORAL
EDITOR: SHENRY OVALLE
DISEÑO DE PORTADA: FERNANDO JUÁREZ
Muy interesante su artículo.