La efectividad es la capacidad de conseguir el resultado que se espera. Sabemos que la misión de un maestro de escuela dominical es acercar los corazones de los niños a Jesús. En algunas ocasiones la tarea se torna un poco difícil, pero podemos asegurar a que se debe porque aún no conoces estos consejos, por eso comenzamos por:
1. Usa sus límites de atención
Los niños según sus edades tienen cierto tiempo de atención, llega un momento en donde simplemente ya no te prestarán atención y buscarán algo más qué hacer. Trata de segmentar todas tus actividades por periodos de tiempo, por ejemplo, puedes dar la lección en varios segmentos divididos, en medio puedes agregar actividades como videos, dinámicas, juegos acorde al tema, preguntas, entre otros.
2. Alterna recursos de comunicación
No conviertas tus clases en un monólogo, existen muchas maneras de enseñar el mensaje de Jesucristo. Trata de encontrar algo que a los niños les guste mucho ¿Y cómo puedes descubrir eso? No tengas miedo a probar aunque falles, porque de las pruebas se aprende mucho.
3. Enseña creatividad
Solo ponte a pensar cómo Dios le habló de diferentes formas a los personajes de la Biblia, igual debes enseñar. Trata de hacer diferentes actividades, que estas sean vivenciales, por ejemplo, que ellos puedan tocar algo para imaginarse en realidad cómo es, que puedan probar un sabor nuevo para entender mejor cómo sucedió la historia, entre otros. Trata de que usen sus cinco sentidos.
4. No aniñes las clases
Trata a los niños acorde a la edad que corresponden, ya que hay ciertas edades en las que no son niños, son pre-adolescentes, y no les agrada que les llamen niños.
5. Enseña principios, no solo información
Enseña la historia Bíblica aplicada a la vida actual. Para lograr esto debes empezar por ti, haciéndote la pregunta ¿Cómo me serviría esto en mi vida? a partir de ese punto puedes enseñarle a ellos cómo aplicar esos principios en su vida cotidiana.
6. Voluntarios
Utiliza a los niños como voluntarios, les encanta. Mientras más utilices, de forma ordenada, mejor será. Cuando hay un niño más inquieto que los demás puedes utilizarlo a él como protagonista de la clase, eso ayudará a que él esté ocupado y al mismo tiempo los niños presten más atención.
7. Establece un ritmo
Con esto nos referimos a que debes llevar una secuencia de tus clases, para que estos tengan consistencia y hagan un mayor eco en la vida de los niños. Es recomendable que des la misma clase un par de veces, con la diferencia que lo expondrás desde varios puntos de vista. Todo esto para que los niños asimilen con mayor efectividad el contenido.
Esperamos que estos 7 consejos sean de bendición para tu ministerio, que Dios te bendiga.
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