Santificación y Santidad son términos parecidos, provienen del griego (jagios - jagiasmós) “Santo” que significa: separados, apartados o consagrados. Por su lado, la santificación es la separación del viejo hombre y acercamiento a Dios; el hombre nuevo, decide apartarse de la oscuridad y caminar por el sendero estrecho, guiado por el Espíritu Santo. En Mateo 7:14 (RV 60) dice: “Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
En este sentido, es preciso resaltar que, la santificación es la segunda obra de gracia por el ser humano, el cual lo separa y aparta para él. Cabe resaltar, que una evidencia de esta obra es la manifestación del Fruto del Espíritu, registrado en Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. De esta manera, el creyente evidencia su una nueva vida en Cristo.