A pesar de que el pecado a menudo produce placer inmediato, no ofrece gozo duradero.āR.C. Sproul
ĀæNo serĆa -chilero- no pecar mĆ”s? Todos hacemos cosas que no debemos hacer, pero no tenemos que vivir atados al pecado. Primero debemos entender por quĆ© seguimos cometiendo pecado antes de aprender a cĆ³mo cambiar.
Sigo pecando
En el artĆculo anterior explicamos que todos hemos nacido con una naturaleza pecaminosa. Nuestra carne quiere lo que ella desea. Somos susceptibles a la tentaciĆ³n y en ocasiones es probable que pequemos. Deseamos cosas y queremos ser saciados, es difĆcil para nuestra carne decir no. Incluso podemos llegar a tener una rutina de pecado, ciertos dĆas, ciertas horas, ciertos lugares o con ciertas "amistades".
En esos momentos de debilidad, el enemigo estĆ” cerca, trata de convencernos que lo que hacemos estĆ” bien y en ocasiones nos hace creer que eso nos darĆ” felicidad pero dĆ©jame decirte que no, todo eso bonito es una ilusiĆ³n y al final nos deja con un gran vacĆo en nuestro interior. En este mundo existe una lucha espiritual, pero con Dios tenemos el poder de conquistar y vencer cualquier tentaciĆ³n.
ĀæY cĆ³mo dejo de pecar?
Hay una buenĆsima noticia, podemos mejorar y no permitir que el pecado more en nosotros. Hagamos una evaluaciĆ³n sobre las situaciones en la que nos metemos, las amistades que frecuentamos, lugares que visitamos, cosas que vemos y tomamos o la acciĆ³n que realizamos para pecar. Debemos ser muy honestos con nosotros mismos si queremos ser libres del pecado. Ahora tomemos acciones concretas, en los momentos de tentaciĆ³n ya sea en tu casa, trabajo o por ir a cierto lugar, piensa en otra acciĆ³n de las que te apasiona realizar y hazlo en ese momento, llama a tu mejor amigo o amiga, trata de disipar ese pensamiento por otro pensamiento o acciĆ³n y claro siempre ten presente que Dios estĆ” contigo y en ese momento habla con Ćl.
Si nuestra vida no estĆ” con la presencia de Dios nos serĆ” muy difĆcil dejar de pecar, entre mĆ”s estemos verdaderamente con la presencia de Dios nos serĆ” mĆ”s fĆ”cil vencer las tentaciones. Recuerda que la ComuniĆ³n con Dios te ayudarĆ” a salir de cualquier crisis de pecado.
Hazte estas preguntas...
Piensa en el pecado que nombraste el artĆculo anterior.
ĀæCuĆ”ndo te encuentras a ti mismo haciendo ese pecado?
ĀæQuiĆ©n o quĆ© estĆ” cerca tuyo al momento de pecar?
ĀæQuĆ© pasos puedes dar para encontrar tu libertad?
En las siguientes 4 partes hablaremos sobre:
Comparando Pecados
Vengarse con Pecado
Perdonado y Liberado
Por: Fernando JuƔrez / DiseƱador Oficina Nacional IDEC