Serie: Libre del pecado #4 Vengarse con pecado

La antigua ley de "ojo por ojo" nos ciega. El tiempo es siempre el correcto para hacer lo correcto. —Martin Luther King, Jr.

La venganza atrae a la carne, deseamos vengarnos cuando alguien nos lastima u ofende, queremos mostrarles lo que se siente, entonces hacemos o decimos algo deseando sentir satisfacción.

Por ejemplo, una pareja; uno hace algo para herir al otro, pueden ser palabras hirientes y el esposa o la esposa tiene la opción de cómo responder, muestra gracia y perdona o dice cosas que rompen la confianza por lo que fue hecho.

La venganza hace avivar un apetito insaciable de más venganza, hacer esta acción con más pecado hiere el corazón de Dios en primer lugar.

Circulo Tóxico

Alguien nos hiere, lo herimos con pecado, pecamos contra Dios y luego la persona es lastimada. No hay garantía alguna que nuestra venganza hiera el corazón de la otra persona pero seguro esa venganza irá en contra de Dios.

Nos rebajamos al nivel de la persona que nos hirió y pensamos que eso nos traerá bienestar, pero no lo hace. Dios nos ha llamado a un nivel más alto, en lugar de vengarnos, qué pasaría si decimos "no voy a vengarme porque no quiero pecar contra Dios". Permitamos que nuestro amor y devoción por Dios nos abstenga de vengarnos con más pecado.

Todos hemos y atravesamos situaciones difíciles en nuestra vida, las cosas que causan mucho dolor nos llevan a obrar con malas acciones. La clave esta en perdonar y orar por los demás, en la biblia encontramos...

Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de ustedes les perdonará sus ofensas (Mateo 6:14-15).

Cuando perdonamos en lugar de buscar venganza mostramos que el Espíritu de Dios mora en nosotros y que con su poder y su amor vencemos al odio y al rencor.

Hazte estás preguntas

• ¿Sueles ser una persona que busca vengarse? ¿Por qué o por qué no?
  

• Piensa en las veces que te vengaste con un pecado. Confiésalo y pídele a Dios que te dé la fuerza para mostrar gracia la próxima vez.

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Perdonado y Liberado

Por: Fernando Juárez / Diseñador Oficina Nacional IDEC